Solidaridad Obrera, 1 de desembre de 1933, pàgina 3.
A la secció "Información de la Región Catalana":
"Navarcles
LA INVIOLABILIDAD DE DOMICILIO
Está visto que no se puede pensar con la cabeza sin exponerse a toda clase de atropellos. Hay que pensar según ordena el Gobierno, rumiar las promesas que nos prometen y dejarse crecer la lana. Hay que hacerse "gente de orden" para estar tranquilos, aunque se muera una de hambre.
Vivo con mi madre; nos mantenemos de mi trabajo y todo el mundo me conoce. Pero, claro, soy de la Confederación.
El día 15, a las nueve de la mañana, se presentan en mi casa tres parejas de la Guardia civil, dos "escamots" y el alguacil. Nueve hombres armados, nada más. Cuatro se quedan en la puerta y cinco entran. Mientras unos nos someten a un interrogatorio inquisitorial, otras registran toda la casa, poniéndolo todo patas arriba. Quedan decepcionados por no encontrar nada comprometedor.
En República como en Monarquía, es un delito tener ideas. Lo mismo que hicieron en mi casa han hecho en casa de los compañeros Ramón Frocat [sic] y Juan Camps. Mientras los "escamots", pistoleros al servicio de un partido (no del Estado), son protegidos por la fuerza pública.
Protestamos enérgicamente de los legisladores que violan sus propias leyes. Y tomamos nota del caso como una invitación a hacer lo propio nosotros. ―Angelina Gilabert."