El Dia, 27 de març de 1931
A la secció "Diuen de Navarcles":
"Repartiment d’unes fulles
En aquesta població s’han repartit unes fulles, el contingut de les quals és el següent:
“Desde Joaquin Costa en 1898 hasta la actualidad, el problema político español está contenido en el vocablo “Responsabilidades”. Buen síntoma que desde las humildes clases sociales hasta la selecta intelectualidad persistan en el enjuiciamiento porque señala que el tiempo no apaga para todos la divina llama de la Justícia.
Actualmente en el empleo de exigir responsabilidades a los que usurparon las fuentes de moralidad y riqueza de la nación sin respetar siquiera los más sagrados fueros del Derecho, se ve por vez primera al pueblo español resuelto a erigirse en tribunal y juzgar por su propia cuenta.
Cuando Costa vagaba por el desierto espiritual de España gritando por las responsabilidades del desastre de Cuba y Filipinas pretendía evitar un nuevo dolor. El dolor que el gran maestro presentía y que hoy agobia a la nación!. Si se le hubira escuchado, si aquella generación política hubiera sido capacitada para gobernar, el escarmiento habría producido frutos sazonados: no se hubieran escrito las dolorosas pa´ginas de la tragedia de Anual, ni se hubiera representado la tragicomedia de los 8 años de dictadura que han sido la humillación del pueblo español ante las naciones que tienen plena conciencia de su propio valer.
Toda la España de espíritu democrático y que siente una patria mejor, dirige en la hora actual el esfuerzo colectivo a impedir la impunidad de tales vergüenzas; si sobreviniera de nuevo la impunidad el desmembramiento nacional sería irremediable. A impedir la impunidad está la gloria del pueblo español.
Llega, pues, el momento que se impone un gesto resuelto y decisivo. El hecho de demandar con firmeza el castigo de los culpables. De los trances difíciles que atraviesa la nación, señala el paso de un nuevo estado de conciencia, que, sin acudir a la nerviosidad de otros tiempos, se apresta a derimir la necesaria lucha para que florezca el sentido de responsabilidad indestructible y para reivindicar los deberes y derechos del ciudadano. A ello han de sumarse no solamente las grandes capitales sino también las pequeñas poblaciones, pues todas, sin distinción de esferas ni matices, fueron atropelladas. Todas fueron presa de un caballo de “Atila”. Todas sufrieron las vergüenzas de un dictador.
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En cuando al pueblo de Navarcles, al cual me dirijo con toda consideración y respeto, no ha de faltarle el esfuerzo y empuje para formar a la vanguardia de luchadores, y lo importa fundamentalmente hoy a los dirigentes de la opinión es que el movimiento reponsabilista no se malogre y que se canalize para hacerlo efectivo en la misma localidad. No pueden librarse de las consecuencias que haya lugar los causantes de la funesta administración municipal que se ha llevado a cabo durante estos últimos años, aunque lamentable que resultan encartadas ciertas personas de honradez intachable que por falta de comprensión de aquella actualidad política fueron arrastradas al torbellino del despilfarro por la mano del –dictador local- que, a la sombra de los verdaderos hechos, encubría sus segundos fines. Sin embargo, se impone la necesidad absoluta de que el pueblo conozca la verdad de la administración de su Erario. Tiene pleno derecho en saber a ciencia cierta en qué, y cómo se emplearon las cientas de miles de pesetas que durante una infinidad de años girarán entorno del presupuesto municipal con sus respectivas consecuencias para el humilde contribuyente.
!A ello se tiene que ir con la frente alta y sin desmayo! !No es posible hacer alto en el camino!
Se acerca el momento que esa juventud viril llena de ansias de renovación y de ideas positivas se inspire decididamente en un profundo sentimiento de idolatría a la emancipación, para librar a este pueblo de la política cenagosa que, patrocinada en primera fila por el dictador local, ha vulnerado descaradamente todos los derechos cívicos y a todos los resortes de honradez de la administración local.
A la juventud se cifran las más bellas esperanzas para que renazca la tranquilidad ciudadana en la localidad, turbada desde tiempo.
Navarcles, 24 de marzo de 1931
Francisco Tatjé"