En una notícia titulada "En la Comision de actas", des de Manresa, en relació a les eleccions a diputats:
"Comenzó, pues, el trabajo de anoche con el examen del acta de Manresa.
El candidato republicano derrotado, Sr. Junoy, dijo que el expediente electoral de que se trata es la obra pérfida de un Pantoja. Los elementos ministeriales estaban decididos de antemano á triunfar, valiéndose de cualquier clase de medios. «Sabiéndolo yo así desde antes de las elecciones, dije que éstas serían en Manresa legales ó sangrientas y, en efecto, se ha derramado la sangre de honrados obreros que iban á los colegios á ejercer su derecho electoral.»
Dedicó un extenso párrafo á acusar á los catalanistas cubiertos con la careta de regionalistas, los cuales amparados por el favor ministerial cometen todo género de atropellos y todo género de «pucherazos» y afirmó que en Cataluña, existe un partido que es y será el lazo de unión entre aquella tierra y el resto de España, y este partido es el partido republicano.
Después el Sr. Junoy enumeró las ilegalidades cometidas en la elección de Manresa y presentó actas notariales y documentos, probatorios en su opinión de la falsedad de la elección. Leyó una carta de persona que le merece crédito, según la que las actas de Sallent fueron sustituidas por otras cuando llegaron á Manresa, y con este motivo dice á su contrincante, el Sr. Soler y March, que los seudo-catalanistas ó seudo-regionalistas respetan la sinceridad del sufragio siempre que no vaya contra ellos. Analizó el acta de San Mateo de Bagés, que estima falsa. Leyó un acta notarial en que consta la declaración de varios testigos presenciales, según los cuales en el pueblo de Navarcles á las cuatro de la tarde habían terminado todas las operaciones de la elección, que dentro «del colegio hubo muertos y heridos, y que la Guardia civil se situó á la puerta apuntando con sus Mausser á los que se hallaban dentro.
Presentó á la comisión la lista de votantes de dicho pueblo manchada de sangre. En las calles se encontraron también candidaturas, con idénticas manchas.
Terminó pidiendo su proclamación.
El diputado electo Sr. Soler y March defendió la sinceridad y la validez de la elección.
Se asombró del discurso el Sr. Junoy y prometió ser breve, declarando al mismo tiempo que en cuanto diga no faltará á la verdad.
Afirmó que no tuvo apoyo oficial. «Me presentaron mis amigos y mi candidatura fué perseguida, con toda clase de malevolencias, entre ellas seis cartas falsificadas en que se aseguraba que me retiraba de la lucha.
En estos pueblos no tuve [...].
El candidato republicano derrotado, Sr. Junoy, dijo que el expediente electoral de que se trata es la obra pérfida de un Pantoja. Los elementos ministeriales estaban decididos de antemano á triunfar, valiéndose de cualquier clase de medios. «Sabiéndolo yo así desde antes de las elecciones, dije que éstas serían en Manresa legales ó sangrientas y, en efecto, se ha derramado la sangre de honrados obreros que iban á los colegios á ejercer su derecho electoral.»
Dedicó un extenso párrafo á acusar á los catalanistas cubiertos con la careta de regionalistas, los cuales amparados por el favor ministerial cometen todo género de atropellos y todo género de «pucherazos» y afirmó que en Cataluña, existe un partido que es y será el lazo de unión entre aquella tierra y el resto de España, y este partido es el partido republicano.
Después el Sr. Junoy enumeró las ilegalidades cometidas en la elección de Manresa y presentó actas notariales y documentos, probatorios en su opinión de la falsedad de la elección. Leyó una carta de persona que le merece crédito, según la que las actas de Sallent fueron sustituidas por otras cuando llegaron á Manresa, y con este motivo dice á su contrincante, el Sr. Soler y March, que los seudo-catalanistas ó seudo-regionalistas respetan la sinceridad del sufragio siempre que no vaya contra ellos. Analizó el acta de San Mateo de Bagés, que estima falsa. Leyó un acta notarial en que consta la declaración de varios testigos presenciales, según los cuales en el pueblo de Navarcles á las cuatro de la tarde habían terminado todas las operaciones de la elección, que dentro «del colegio hubo muertos y heridos, y que la Guardia civil se situó á la puerta apuntando con sus Mausser á los que se hallaban dentro.
Presentó á la comisión la lista de votantes de dicho pueblo manchada de sangre. En las calles se encontraron también candidaturas, con idénticas manchas.
Terminó pidiendo su proclamación.
El diputado electo Sr. Soler y March defendió la sinceridad y la validez de la elección.
Se asombró del discurso el Sr. Junoy y prometió ser breve, declarando al mismo tiempo que en cuanto diga no faltará á la verdad.
Afirmó que no tuvo apoyo oficial. «Me presentaron mis amigos y mi candidatura fué perseguida, con toda clase de malevolencias, entre ellas seis cartas falsificadas en que se aseguraba que me retiraba de la lucha.
En estos pueblos no tuve [...].
Presentó varias certificaciones para contrarestar las presentadas por el Sr. Junoy relativas al pueblo de San Mateo de Bages, y afirmó que el acta notarial presentada por su contrincante es de referencia y redactada tres días después de la elección.
Afirmó que, según comunicación del alcalde de Navarclés, leída en el acto del escrutinio general, los disturbios de aquel pueblo fueron provocados por los amigos del Sr. Junoy para impedir la celebración del escrutinio.
Hizo un detenido relato de lo que ocurrió en el colegio electoral de Navarclés y expuso varios argumentos encaminados á probar qué no puede ser válido el resultado de la elección de este pueblo, toda vez que los alborotadores fueron dueños de la urna por espacio de cuatro horas que tardó el juez en llegar.
Terminó pidiendo su proclamación, pues la elección fué legal, y lo acontecido en Navarcles fué preparado contra él, que es el diputado proclamado.
Terminó pidiendo su proclamación, pues la elección fué legal, y lo acontecido en Navarcles fué preparado contra él, que es el diputado proclamado.
Rectifican ambos."