A la secció "Vida regional":
"NAVARCLES.- Serían próximamente las nueve de la noche cuando algunos gritos de ¡foch a la fábrica del Riu! han puesto en movimiento a todo el vecindario, el cual se ha dirigido al lugar indicado, distante un poco más de un kilómetro de esta. Ya por el camino hemos podido comprobar que, desgraciadamente, no era infundada la alarma, toda vez que
el pabellón o cuadra destinado a hilatura ardía en su casi totalidad.
El no poseer esta casa abundante y buen material de extinción, como tienen las demás
de la comarca, ha dificultado al principio los trabajos; pero a los pocos momentos ha llegado al lugar del suceso la bomba de trasegar del Gremi d'Agricultors y muchos vecinos con
cubos y otros utensilios más o menos propios para el caso, y desde entonces se ha podido
ya luchar reciamente contra el voraz elemento. Los navarclenses gozan fama de intrépidos en casos asi, tanto que en otra ocasión dieron lugar a que un fabricante exclamara:
- Parecían espíritus impasibles.
Tal es el arrojo y temerario valor con que enfrontan el peligro. Gracias a esas cualidades verdaderamente admirables, ha podido localizarse el incendio a los diez minutos de llegar el material, quedando extinguido diez minutos después.
Seria imposible describir como se organizan los passamans de galledas, o sea unos cordones de hombres y mujeres que, partiendo del corral o del río, se pasan los cubos de mano
á mano hasta el lugar del incendio y como se meten por entre las llamas, vaciando los cubos que de todas partes les vienen llenos de agua. Verdaderamente es admirable la bravura de nuestros paisanos de uno y otro sexo. Todo el pueblo, sin excepción alguna, ha rivalizado en el cumplimiento de su deber.
Afortunadamente, no ha habido desgracias personales que lamentar.
Los perjuicios se calculan de 40 a 50,000 pesetas. La fábrica está asegurada. Pertenece á la razón social Isidro Puig y compañía, quienes la tienen arrendada a don Joan Fuster y
Teixidó. De éste son la maquinaria y efectos.
El incendio ha sido ocasioando por la rotura de un hilo eléctrico, cuya chispa ha encendido la borra que a manera de polvo se posa en todas partes en las cuadras de hilatura de
algodón. Suerte ha sido que por ser sábado se habían limpiado paredes, techos, embarrados, etc., pues de abundar dicha materia, que se inflama como pólvora, se hubiera propagado el fuego con mucha mayor rapidez, imposibilitando la salida de los trabajadores, mujeres en su casi totalidad, lo que podía ocasionar una catástrofe.
Extinguido el incendio, el digno cabo de somatén don Juan Manganell puso a disposición del director de la casa algunos individuos de dicho cuerpo en previsión de que el fuego se reprodujera, cuyo auxilio ha sido aceptado y agradecido.
De las fábricas de San Benito y del Pont trajeron varios aparatos extintores Minimax, habiéndose comprobado una vez más su gran eficacia. - El corresponsal."