En un article sobre la Mare de Déu de Castellet:
"[...]. — El día de San Miguel de septiembre del año
1843, un albañil llamado Jaime Playá del pueblo
de Navarcles, trabajando en el tejado de
la casa de Agustín Morto [Morató?] de dicho pueblo, cayó
a la calle y habiendo invocado a la Virgen de
Castellet, se libró de la muerte, sin experimentar
ningún daño. — [...]."