A la secció "Remitido":
"Manresa 8 de agosto.
Señor Director del «Diario de Barcelona».
Ausente de esta ciudad con mi hermana política y sobrino cuando ocurrió el incendio de la
fábrica del puente de Navarcles, hemos sabido á nuestro regreso el inmenso beneficio de que
somos deudores á las Autoridades, cuyo celo se distinguió de un modo estraordinario; á la benemérita Guardia civil y á su dignísimo jefe, don Ildefonso Mora, que con la velocidad del rayo
se trasladó al lugar del siniestro; á la intrépida compañía de bomberos que con increible rapidez y ardiente entusiasmo salvó una larga distancia; y á cuantas personas se dignaron tomar parte
en la estincion del incendio que deploramos. A todos, á todos sin escepcion y en general, ya que
no nos es posible mentarlos individualmente, damos las mas espresivas gracias, y ofrecemos este
público testimonio de nuestro profundo reconocimiento.
Séanos, sin embargo, permitido rendir un especial tributo de gratitud á los vecinos de Navarcles, ya por haber podido, aunque venciendo imposibles y casi milagrosamente, cortar el incendio en sus primeros instantes; ya por la unánime espontaneidad con que á él acudieron; ya por
su admirable abnegacion y arrojo que produjo algunos percances, que es lo que mas nos duele.
¡Oh! ya lo sabíamos; y no podíamos esperar menos de la heróica filantropía de un pueblo que en
1854 invitaba, acogia y abrazaba hasta á los desconocidos que, azorados, abandonaban una ciudad
invadida por el cólera-morbo, cuando tantas otras poblaciones, aldeas, y hasta casas solares clamaban, egoisticamente, por un doble cordon sanitario.
Sírvase V., señor Director, insertar en su apreciable periódico este escrito, como sincero reconocimiento de una deuda sagrada que la familia de Herp desea satisfacer: se lo agradeceré cordialmente su afectisimo S. S. Q. B. S. M. [Seguro servidor que besa su mano]—Ramon Herp y Perera."