Diario de Barcelona, no. 7, 7 de gener de 1889, pàgina 10.
"Manresa 5 de enero.
Es bien cierto que cuando se aflojan los resortes del poder, ocurren en todas partes
hechos de tal magnitud que imponen de una manera inusitada á todas las personas
sensatas. Esta ciudad, que desde la espulsion de las órdenes religiosas de la vecina república [França], alberga en su seno á una comunidad de frailes capuchinos, ha despertado hoy
conmovida ante la estupenda noticia de que dichos frailes habian emparedado vivo á
un hermano según unos, y según otros á una criatura. No hay que decir que la mayoría
de las gentes no prestaba crédito á esta noticia inverosímil y tramada. Dios sabe con
qué malvado objeto. Ignoro cómo se denunció el hecho, pero según se dice de público
da la rara coincidencia de que ya ayer noche hubo gentes de ciertas ideas y de ciertas
tendencias tan avisadas, que habían concurrido de algunos pueblos comarcanos, al
mismo tiempo que se echó á volar la especie de que en Navarcles habia sido asesinado
el director de una fábrica en la que tiempo atrás tuvo lugar una colisión entre operarios, por pertenecer unos y dejar de pertenecer otros á la sociedad obrera. Desde media
noche ha corrido la guardia civil y el somaten, y á primeras horas de la mañana se ha
presentado en el convento de los referidos capuchinos el tribunal y ha practicado una
minuciosa inspección que ha dado el resultado que era de esperar: hallar á la Comunidad dedicada a sus quehaceres y actos religiosos, no encontrando tal fraile ni niño emparedado, dando así un solemne mentís á quién ó quiénes buscasen la ocasión de producir un alboroto popular para mejor lograr sus particulares fines. [...]."