16 de gener del 2025

S'agreuja el conflicte de la fàbrica del Riu (18-02-1887)

El Socialista, nº 50, 18 de febrer de 1887, pàgina 4.

A la secció "Movimiento económico. España":

"Navarcles.—La huelga de los obreros de la fábrica de D. Clemente Arols [sic: Asols], que como saben nuestros lectores fué provocada por querer privarles aquél de que estuvieran asociados, lleva trazas de originar un serio conflicto. Y no ciertamente por culpa de los 160 huelguistas, que con su actitud digna, prudente y seria han logrado captarse las simpatías de la población entera, sino por las provocaciones y los trabajos que el fabricante, apoyado por una autoridad (según se nos asegura, el juez municipal) está llevando á cabo, con el fin sin duda de hacer que estalle la ira de los huelguistas y realicen actos que justifiquen, siquiera sea en la apariencia, la adopción de medidas severas contra ellos.
El viernes, 4 del corriente, á la hora en que los obreros salían de los talleres y se retiraban á sus casas, se dispararon desde la fábrica del Sr. Arols una porción de tiros, que si bien no produjeron ninguna desgracia, causaron la consiguiente alarma y llenaron de indignación á los pacíficos habitantes de Navarcles.
El sábado, 5, hallándose en la plaza del Llobregat varios grupos de campesinos, pasaron por su lado dos esquirols—traidores—que trabajaban en la fábrica del Sr. Arols, y como algunos de aquéllos dirigieran á éstos varios cargos por faltar á la solidaridad obrera, los esquirols, por toda respuesta, dispararon dos tiros á quemarropa sobre uno de los grupos, hiriendo á un campesino.
Este bárbaro atentado produjo en el pueblo indignación tal, que si no es por la intervención de las autoridades y de la Guardia civil, que procedió inmediatamente á la captura de los dos esquirods, éstos lo hubieran pasado muy mal.
Nosotros creemos que la población de Navarcles, que ha hecho suya, por ser para justísima, la causa de los huelguistas de la fábrica del Sr. Arols, debe adoptar una actitud enérgica, no tanto para castigar á los esquirols, que, aunque siempre despreciables, son simples instrumentos de los explotadores, como para contrarrestar las maniobras de aquel soberbio fabricante y anular al juez municipal que, valiéndose de la autoridad que ejerce, auxilia al Sr. Arols en su indigna campaña contra los huelguistas de su fábrica."