En dues edicions es publica una crònica escrita per l'escriptor valencià Miquel Duran Tortajada, titulada "Las cosas y hombres de Cataluña. Del Vallés al Plá de Bages". Hi narra una excursió en autocar des de Sabadell fins a Navarcles (i el retorn):
"[...].
Y sus grandes ojos azules volvieron á extraviarse por un más allá del paisaje, que cambiaba continuamente, en la rápida marcha del automóvil por los muchos y extremados zig-zags de la carretera.
Una escuela catalana
Tenemos á la vista "Sant Benet de Bages" y Navarcles, separados por la mansa corriente del Llobregat. Poco después entramos en Navarcles y el automóvil se detenía frente al "Centre Catalá Autonomista", que está engalanado en honor nuestro, con damascos y banderas catalanas; y donde somos los excursionistas cariñosamente recibidos.
Navarcles es un pequeño pueblo de la comarca de Bages; y como en todos los pueblos de Cataluña, y más tal vez que en muchos de ellos, existe entre hijosuna verdadera conciencia de patria y un inmenso amor por todas las cosas de la tierra catalana.
Visitamos el pueblo, la iglesia, la "Casa de la Vila", el "Centre Catalá" y la "Escola Catalana".
A pesar de ser un pueblo pequeño, hay en Navarcles varias entidades catalanistas, se publica un periódico redactado en catalán y tiene esa escuela catalana, que es el más legítimo orgullo de sus hijos.
La escuela está instalada con todos los adelantos. Allí cursa el alumno la enseñanza primaria á base del idioma catalán, y se le enseña principalmente la lengua, la historia y la geografía de Cataluña y á estimar los derechos de la tierra catalana.
Y esa escuela, donde los hijos de Navarcles llevan á sus pequeños para que se eduquen en el santo amor á Cataluña, la sostienen con entusiasmo, con su propio y único esfuerzo, los patriotas del "Centre Catalá Autonomista", admirables por su fé y por su abnegación.
El dolor
Angelina, mi bella amiga de viaje, que no se separa de mi lado -ó yo no me separo del suyo- me pregunta:
-¿Y ustedes, no tienen en Valencia escuelas valencianas?
Yo le respondo amargamente:
-¡No!
Y he puesto tanto dolor en mi palabra, que los ojos azueles de mi amiga me han mirado, compasivos, largo rato. Después, estechándome la mano ingenuamente, me ha dicho casi al oido:
-Yo no querría ser madre si no hubieran escuelas catalanas.
MIGUEL DURAN Y TORTAJADA
Cataluña, noviembre de 1915."
