La Mañana, Año XXII, núm.7314, 25 d'octubre de 1960, pàgina 10.
A la secció "Deportes":
"El deporte y la deportividad
Los graves incidentes de Navarclés no deben ni pueden repetirse
En deporte, y concretamente,
fútbol, y aún mas concretamente
en el fútbol "amateur", la palabra deportividad, se menciona
muy a menudo, pero se olvida
pronto por aquellos que precisamente han de ponerla en práctica.
Es una verdadera lástima, que
jugadores que solo juegan cor
afición y que practican el fútbol
como mero pasatiempo, se dejen
llevar muchas veces por los nervios y los partidos en que ellos
intervienen, degeneren en espectáculos bochornosos a los que
incomprensiblemente se suman
también los aficionados.
La anterior jornada ha sido
pródiga en incidentes desagradables, en los que por desgracia han
sido protagonistas, clubs, jugadores y aficionados leridanos,
pues en dos campos de nuestra
provincia se promovieron actos
antideportivos, que además no
dieron por terminados en el terreno de juego, sino que las agresiones a un arbitro, se prodigaron horas después, a varios kilómetros, con premeditada alevosía, impropia de personas, que
se precian de ser deportistas o
espectadores de un espectáculo
deportivo.
Y todo lo ocurrido en nuestros
campos, resulta pálido ante cierto incidente registrado recientemente en Navarclés, donde las agresiones al arbitro, se convirtieron en auténtico salvajismo impropio de la edad contemporánea en que vivimos, pues a varios jugadores se sumaron además los espectadores que saltaron al terreno de juego, golpeándole cobardemente y cuando a duras penas el colegiado pudo llegar a los vestuarios y se creía a salvo, dos individuos que lo esperaban, le agredieron con un palo, cayendo el colegiado sin sentido. Una vez repuesto, el árbitro tuvo que vestirse a la intemperie y refugiarse en el autocar del equipo visitante, y después de socorrerle lo llevaron a Manresa, donde fue asistido.
Hemos de evitar que hechos tan desagradables vuelvan a repetirse y mucho más, que ningún equipo de nuestra provincia se vea envuelto en crónicas como la comentada, más propia de sucesos que de partidos de fútbol.
La cultura y la buena educación de un pueblo también se demuestra a través del deporte y no es cuestión de que en el año 1960, nos comparen con nuestros antepasados de la Edad Media.
Sin la deportividad no puede existir el deporte. MONCAYO"